Los investigadores descubrieron que el dinero no iba a ningún tratamiento sino a artículos de lujo como un viaje en un crucero
Los rostros populares estafados por Paco Sanz, conocido como el ‘hombre de los 2.000 tumores’, han relatado en el juicio cómo fueron víctimas del engaño por parte del acusado para ayudar a difundir su historia a través de sus redes sociales reclamando ser indemnizados por los daños morales sufridos al afectar a su imagen pública.
En la primera sesión, el acusado alcanzó un acuerdo con la Fiscalía para aceptar una condena de dos años de prisión. Sin embargo, el juicio arrancó al no llegar a un acuerdo en lo referente a las cuantías económicas a devolver a los estafados.
En su declaración, Paco Sanz explicó que recibió un tratamiento experimental en Estados Unidos para tratar el ‘Síndrome de Cowden’ que sufre, recibiendo ayudas de su familia, amigos y donaciones de terceras personas para sufragar los gastos de los viajes.
A su llegada a la Audiencia de Madrid, el actor Nacho Guerrero ha señalado que pidió ayuda a través de las redes sociales para este «señor», a quien ha llamado «gentuza». «Me escandaliza que estos estafadores campen a sus anchas», ha denunciado.
El cómico José Mota también fue víctima del engaño del acusado. «Lo que tiene que hacer es devolver el dinero y pedir perdón a la sociedad. Este tipo de actitudes son lamentables», ha aseverado a las puertas de la Audiencia madrileña.
Pedro García Aguado, conocido por el programa Hermano Mayor, ha comparecido en el juicio por videoconferencia. El exdeportista ha detallado que donó 600 euros a nivel particular y otros 150 euros a través de su asociación.
No obstante, ha reclamado unos 20.000 euros en total al difundir su historia a través de sus redes sociales pensando que era a título no lucrativo y por ayudar a su causa al decirle que se iba a morir si no recibía el tratamiento en Estados Unidos.
«Escribí el prologo de un libro sin remuneración y participé en varios vídeos colgados en mis redes. Yo por programa en aquella época cobraba unos 10.000 euros, por tuit unos 2.000 y por un retuit, mil euros. En aquella época mis cuentas tenían unos 200.000 seguidores. Le aseguro que el alcance de mis publicaciones era alto», ha subrayado.
Además, ha señalado que sintió «ira, impotencia y frustración» al enterarse de que había sido víctima de un engaño porque él se dedica a ayudar a personas y desde entonces no ha vuelto a donar en ninguna causa. «Te mete miedo en el cuerpo», ha dicho.
UN CRUCERO DE LUJO
La instructora de las diligencias policiales ha explicado que de la investigación no se desprendió que ningún dinero recibido de las donaciones de terceros fuera a parar a tratamientos médicos.
Sí viajó a Estados Unidos hasta en diez ocasiones pero no solo al hospital donde recibió el tratamiento gratuito del ensayo experimental en el que participaba por sufrir una enfermedad genética. «Se movía por diferentes poblaciones. Nos llamó la atención un viaje en un crucero de lujo», ha dicho.
El fiscal acusa a Paco Sanz de fingir en televisión la gravedad de su enfermedad –que llegó a asegurar que le provocaba 2.000 tumores– para estafar 264.780 euros.
El acusado fingió que le quedaban escasos meses de vida y consiguió recaudar en siete años 264.780 euros pidiendo ayudas económicas a través de las redes sociales y hasta en los medios de comunicación para tratar de conseguir un tratamiento experimental en Estados Unidos, porque en España no existía, de una enfermedad que en realidad no tenía ningún riesgo vital inminente.