Vitoria-Gasteiz, 30/09/2024
Casi siete de cada diez personas jóvenes vascas que superan la treintena (30-34 años) están ya emancipadas. De hecho, la edad media de emancipación es de 29,8 años. Así se desprende del último estudio ‘Juventud, emancipación y necesidad de vivienda en Euskadi’ realizado por el Observatorio Vasco de la Juventud que toma como base las respuestas que las personas de 18 a 34 años dieron en la ‘Encuesta sobre Necesidades y Demanda de Vivienda de 2023’ del Órgano Estadístico Específico del entonces Departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes del Gobierno Vasco.
Y eso, en un contexto poco favorable: con incremento de los precios del alquiler y el encarecimiento de las hipotecas por las subidas de los tipos de interés. Así, el porcentaje de personas emancipadas de entre 18 y 34 años es del 31% (casi una de cada tres).
La directora de Juventud del ejecutivo, Miren Saratxaga, ha destacado que este informe es anterior a la implantación de las ayudas Emantzipa, “por lo que no miden su impacto”. Además, ha incidido en algunas de las ideas más destacables que muestra el informe. “En esta fotografía vemos que la emancipación llega pasados los treinta y que en general, las personas jóvenes siguen el modelo de emancipación tradicional en Euskadi: abogan por una vivienda en propiedad y en pareja”. También se detectan diferencias reseñables “por sexos y por procedencia”. Las personas jóvenes extranjeras tienen tasas de emancipación más altas (57,3% frente al 31%); y las mujeres se emancipan más (34,4% frente a 26%).
La directora también ha destacado el hecho de que seis de cada diez personas jóvenes que aspiran a la emancipación querrían hacerlo en su mismo municipio. De hecho, a la hora de emanciparse, las personas jóvenes prefieren la cercanía hacia su círculo social frente a la cercanía a su puesto laboral.
Más vivienda en propiedad que alquilada
El recurso del alquiler es más habitual entre las personas jóvenes que en el conjunto de la ciudadanía, pero estas también prefieren emanciparse a una vivienda en propiedad. Entre las personas de entre 18 y 34 años ya emancipadas, más de la mitad (un 52,4%) vive en una vivienda de su propiedad y un 44,5% en una de alquiler. Y esta es una realidad que viene manteniéndose porque en 2015 los porcentajes eran similares: el 52,5% vivían en viviendas de su propiedad y el 44,0% en viviendas arrendadas.
En la encuesta nueve de cada diez personas arrendadas afirman precisamente que realmente no tienen ingresos suficientes y/o estables para acceder a una compra, por lo que el alquiler es, una opción temporal. Solo el 6,7% afirman estar conformes con su situación.
Quienes alquilan, en muchas ocasiones, lo hacen por no poder acceder a una compra, y, en ocasiones les supone un esfuerzo mayor: los alquileres son de media unos 60 euros más caros que los pagos mensuales hipotecarios. Además, un cuarto de las personas jóvenes emancipadas en régimen de alquiler tiene que realizar un sobresfuerzo económico para ello, dedicando más del 40% de sus ingresos a pagar la renta.
La subida de los tipos de interés de los préstamos hipotecarios ha derivado en un incremento de las cuantías de las cuotas hipotecarias y la diferencia entre los gastos del alquiler y de la hipoteca se ha reducido. Aun así, resulta más costoso pagar la renta de alquiler que la cuota hipotecaria. No resulta extraño, por tanto, que la preferencia por la compra haya aumentado.
Otro dato que llama la atención en el informe es que solo el 12,1% de la juventud emancipada vive en una vivienda protegida, aunque el porcentaje es desigual por territorios históricos. Igualmente, llama la atención que solo el 53,5% de quienes necesitan emanciparse afirme conocer el Servicio Público de Vivienda, Etxebide y solo un 36% de estos últimos estén inscritos como demandante de vivienda en Etxebide
Y eso que precisamente construir más viviendas protegidas y fomentar el régimen de alquiler a las rentas más bajas son las dos ideas que más adeptos tienen entre las personas jóvenes con necesidad de vivienda al ser cuestionados por las soluciones. Más de una cada con (un 22,7%) de las personas también apuntan a que hacer bajar los tipos de interés de los créditos hipotecarios sería una solución.
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