La inflación anual estimada del Índice de Precios de Consumo (IPC) para el mes de agosto de 2024 se sitúa en el 2,2%, según el indicador adelantado publicado hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE). De confirmarse esta cifra, supondría un descenso de seis décimas respecto al 2,8% registrado en julio, marcando una tendencia de desaceleración en el crecimiento de los precios.
El retroceso en la tasa anual del IPC se debe, en gran medida, a la disminución de los precios de los carburantes, en contraste con la subida que experimentaron en agosto del año pasado. A esta tendencia se suma, aunque con menor peso, la caída en los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas, que han mostrado una bajada más pronunciada en comparación con el mismo periodo de 2023.
Por otro lado, la inflación subyacente, que excluye alimentos no elaborados y productos energéticos, también muestra una leve desaceleración. La tasa anual estimada se reduce en una décima, situándose en el 2,7%.
En cuanto al Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), que se utiliza para comparar la inflación en el ámbito de la Unión Europea, la tasa de variación anual estimada en agosto es del 2,4%. Esto representa una disminución de cinco décimas respecto al mes anterior.