Pamplona Actual

Ollo asegura que la falta de presupuestos en el Estado está complicando el nuevo centro de memoria en Ezkaba

El Fuerte Alfonso XIII será un lugar de memoria histórica estatal

La vicepresidenta segunda y consejera de Memoria Democrática del Gobierno de Navarra, Ana Ollo, ha valorado este miércoles la reciente declaración del Fuerte Alfonso XIII como lugar de memoria histórica estatal, un reconocimiento solicitado por el Ejecutivo foral en 2022 dentro de la Ley de Memoria Democrática.

«Es una buena noticia», ha afirmado Ollo, recordando que Navarra ya cuenta con 24 lugares de memoria reconocidos y más de 200 espacios memorialistas, que conforman un amplio mapa de la memoria en la comunidad. Con esta nueva incorporación, el Fuerte San Cristóbal pasará a formar parte del listado estatal, en línea con las políticas públicas de memoria que ha desarrollado Navarra en los últimos años.

Sobre la formalización del convenio con el Gobierno central para impulsar un centro de interpretación de la memoriaen el fuerte, la consejera ha reconocido que la falta de presupuestos en el Estado está retrasando su firma. No obstante, ha insistido en que el Gobierno foral mantiene su compromiso con este proyecto: «Si la firma del convenio se retrasa, impulsaremos desde Navarra este centro de memoria».

Desde la coalición Contigo Navarra-Zurekin Nafarroa, su portavoz Carlos Gumán ha instado a que la negociación entre el Gobierno central y el Ejecutivo foral se acelere, con el objetivo de dotar al fuerte de un proyecto memorialista que permita su adecuada preservación y difusión histórica. Han subrayado, además, la necesidad de consensuar dicho proyecto con las asociaciones que llevan décadas investigando y reivindicando la memoria de este enclave.

El Fuerte San Cristóbal, ubicado en el monte Ezkaba, es un símbolo de la represión franquista en Navarra. En 1938, durante la Guerra Civil, fue escenario de una de las mayores fugas de presos en Europa, en la que solo tres lograron llegar a Francia, mientras que más de 200 fueron asesinados en los alrededores. Desde 2015, el Gobierno de Navarra ha promovido diversas iniciativas para la divulgación de estos hechos, como la GR-225, la ruta de los fugados, y la ruta de las botellas de la libertad, con el fin de acercar a las nuevas generaciones a la memoria de lo sucedido.

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