El Polvorín de la Ciudadela acoge desde hoy hasta el 23 de marzo ‘Figural’, una muestra del proceso creativo de Gabriel Coca. En ella, este artista pamplonés acerca su investigación en torno a la forma a través de diferentes materiales y técnicas, fruto de su residencia en BilbaoArte en el año 2024. El propio artista, acompañado del director del Área de Cultura, Íñigo Gómez Eguíluz, han presentado esta mañana la exposición. Puede visitarse de martes a sábados de 11:30 a 13:30 y de 18:00 a 20:30 horas. Los domingos y festivos, sólo en horario de mañana.
‘Figural’ recoge medio centenar de dibujos, collages y pinturas. La sala expositiva está dividida en dos partes. En la primera, se muestra la fase de investigación previa a la pintura. En una de las paredes, a modo de mosaico, un conjunto de 35 dibujos de pequeño formato hechos con carboncillo; en otra pared, un tríptico de collages, de 100 x 70 cm cada uno, hechos con recortes de papel en blanco sobre impresiones en color azul offset. En la segunda parte de la sala se encuentra un conjunto de óleos de pequeño, medio y gran formato.
Este montaje expositivo muestra el recorrido realizado durante el proceso de producción. Desde la necesidad de buscar nuevas formas con las que trabajar en pintura, Coca recurre al collage, una técnica que le permite trabajar de manera rápida, probar varias combinaciones de recortes y encontrar diferentes posibilidades de resolver una imagen.
El dibujo es otra parte importante del proceso de trabajo. La particularidad de estos dibujos es que están realizados utilizando los recortes sobrantes de los collages a modo de regla, una metodología con la que el artista pamplonés traza líneas que no podría imaginar. Utiliza el dibujo como método para pensar el espacio, un lugar donde centrar la atención y descubrir esas formas que necesita para trabajar en pintura.
Esta búsqueda formal mediante el collage y el dibujo queda reflejada en los cuadros. Las formas encontradas aparecen en la superficie de la tela generadas por grandes masas de color. Gabriel Coca busca evidenciar la materialidad de la pintura a través del trazo y la superposición de capas, de manera que el resultado final es una composición de colores vibrantes que toman forma mediante figuras contrapuestas que generan una especie de tensión en el cuadro.
La exposición, más allá de mostrar el resultado final de unas obras concretas, procura acercar al público gran parte del material generado en la fase de investigación para poner en valor el proceso de producción artístico.
