El fin de semana ha resultado agitado para la Policía Municipal de Pamplona, que ha tenido que realizar un total de 300 intervenciones en distintos puntos de la ciudad. Entre las actuaciones más destacadas, se encuentra la detención de un joven de 25 años en un local de la calle Río Queiles, en el barrio de La Milagrosa.
La intervención se produjo el domingo por la noche, cuando se recibió una llamada alertando de la presencia de una persona alterada en el establecimiento. Según los testigos, el individuo estaba increpando a los clientes con amenazas y llegó incluso a empujar a algunos de ellos. A la llegada de los agentes, lejos de calmarse, el hombre mantuvo su actitud agresiva, llegando a enfrentarse físicamente con los policías, quienes finalmente procedieron a su detención por un delito de atentado a la autoridad.
Este incidente es solo una muestra de un fin de semana marcado por la intensidad del trabajo policial, especialmente en materia de convivencia. Durante estos días, la Policía Municipal realizó 57 intervenciones relacionadas con problemas de convivencia, la mayoría derivadas de conflictos familiares o personales. La mediación policial fue clave en estos casos para calmar los ánimos y ofrecer soluciones.
Además, se atendieron 42 casos de ayuda a personas en necesidad, muchas veces en colaboración con los equipos sanitarios. Entre estas actuaciones destaca el auxilio a tres personas con intoxicación etílica grave que fueron trasladadas al Hospital Universitario de Navarra durante la madrugada del sábado y domingo.
En el ámbito penal, se contabilizaron 34 denuncias y se llevaron a cabo 6 detenciones, tres de ellas por delitos de maltrato en el ámbito familiar en los barrios de San Juan, Ezkaba y Rotxapea, y otra por quebrantamiento de una orden de alejamiento.
Por último, se destaca la detención de una mujer de 32 años en el Casco Antiguo, quien, con antecedentes por robo con violencia y atentado a la autoridad, quedó a disposición del Juzgado de Instrucción número 1.
El balance del fin de semana pone de manifiesto la importancia de la labor de los agentes en situaciones que exigen tanto firmeza como mediación, garantizando la seguridad ciudadana y el bienestar de la vecindad.