Manuela Carrasco, nacida en el corazón del barrio de Triana en una familia gitana y de artistas, es considerada una de las máximas exponentes del flamenco. Hija del bailaor José Carrasco ‘El Sordo’ y Cipriana Salazar Heredia, Carrasco se formó de manera autodidacta en el arte del baile, inspirada por su entorno familiar. Desde su debut a los diez años, ha dejado una huella imborrable en los escenarios más importantes del mundo, siendo reconocida con numerosos galardones como el Premio Nacional de Danza y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
El próximo domingo 1 de septiembre, presentará su espectáculo "Siempre Manuela" en el Festival Flamenco On Fire en Pamplona, acompañada por Remedios Amaya y Anabel Valencia. La actuación tendrá lugar en el Auditorio Baluarte a las 20:30, con entradas a 38 euros en palco y 44 euros en sala. Comprar entradas aquí para el espectáculo de Manuela Carrasco
-¿Quién le inspiró en el mundo del flamenco?
-Pues mira, yo vengo de una familia gitana. En casa, siempre vi a los grandes porque mi padre, bailaor, me llevaba a todos los eventos en Triana. Entonces, desde pequeña, el flamenco me viene de ahí.
-Además de lo profesional, en lo personal, ¿Qué le aporta el flamenco?
El flamenco me ha aportado todo. Me casé con un artista, mis hijas son artistas, y siempre he vivido con ganas de renovarme. Para mí, el baile y el flamenco lo son todo.
-De entre todos los grandes maestros con los que ha tenido el privilegio de trabajar a lo largo de su trayectoria, ¿Podría destacar a alguno en particular que considere especialmente influyente o memorable en su desarrollo profesional?
-Claro que sí, hay muchísimos. Yo empecé a bailar en la época dorada del flamenco. He tenido como compañeros a Camarón en festivales junto a Fernanda, Bernarda, La Paquera, Chocolate... todos los más grandes. Pero quien más me tocaba el alma era Camarón.
-Tras más de 50 años en los escenarios, ¿Qué le lleva a poner fecha de fin a su trayectoria?
-Bueno, aún me quedan dos años, ya que tengo dos años más de gira. Pasé por una desgracia cuando perdí a mi compañero, mi marido, y todo lo veía negro. Pero ya las galas estaban cerradas, y mi familia me dijo que no podía dejar de bailar, que tenía que seguir adelante. Así que aquí sigo.
¿Qué espera de esta gira final y concretamente de la actuación en Pamplona en el Flamenco On Fire?
-Yo siempre lo doy todo donde voy. El público de Pamplona me encanta porque es muy selecto, no es la primera vez que actúo allí. En esta ocasión, vienen grandes artistas conmigo como Remedios Amaya, Samara Carrasco, mis hijas Manuela Carrasco y Anabel Valencia, además de Pedro Sierra, José Carrasco, y un violín tocado por Samuel. Creo que disfrutaremos mucho esa noche.
-¿Cómo ve la importancia de festivales como el Flamenco On Fire para mantener la tradición del flamenco?
-Me encanta por el respeto que muestran a los artistas y por la calidad de los grandes artistas que participan.
-¿Tiene algún ritual antes de salir a actuar?
-No, solo le pido a Dios que me ayude y me dé fuerzas.
-¿Cómo se prepara junto a su equipo antes de las actuaciones?
-Lo más importante es que cada uno sepa lo que tiene que hacer. Luego, ya depende de la suerte que Dios nos dé esa noche.
-¿Qué le parece el festival Flamenco On Fire en los balcones y plazas de Pamplona?
-Cuando estuve, se hizo en un lugar fabuloso. Este año creo que han elegido un teatro maravilloso. Lo que más me impresiona, aunque es lo normal con grandes artistas, es la ilusión del público, cómo te respetan y veneran. Ellos saben hacerlo muy bien.
-¿Qué opina de la evolución del flamenco tradicional al flamenco de hoy en día? ¿Cree que ha sido positiva?
-Hace unos 20 o 30 años, el panorama estaba muy mal, pero ahora parece que la gente entiende que tienen que bailar o cantar flamenco, ya que es lo que perdura.
-¿Qué opina de las nuevas formas de hacer flamenco, como el estilo de Rosalía?
-Admiro a Rosalía, pero sinceramente, no es flamenco.
-¿Diría entonces que el flamenco tradicional es más puro?
-Sí, es más puro.
-¿Se considera un referente para las futuras generaciones de flamencos y flamencas?
-Sinceramente, sí.
-Debido a su larga trayectoria, ¿Tiene algún consejo para los jóvenes que están comenzando en el mundo del flamenco?
-Les diría que respeten el flamenco, que lo amen y que vivan para él, si es lo que realmente quieren hacer.
-¿Sabe en qué ciudad terminará su trayectoria o aún no lo tiene cerrado?
-Bueno, sigo de gira por Sudamérica, Nueva York, Japón... pero lógicamente, terminaré en España.
¿Pretende terminar en su tierra?
-Claro, en Triana, en Sevilla, por supuesto. Aunque todavía me siento fuerte y bien.