Agentes de la Policía Nacional, en el marco de la lucha contra el consumo y tráfico de sustancias estupefacientes, han desarrollado dos operativos en el barrio del Perpetuo Socorro de Huesca.
Por una parte, se ha desmantelado un punto de distribución de drogas, tratándose de una vivienda desde la que una madre y sus dos hijos se dedicaban a la venta de diferentes sustancias estupefacientes a consumidores finales, siendo este su modo de vida.
El Grupo de Estupefacientes comprobó que a este domicilio acudían de forma constante personas para comprar pequeñas cantidades de distintos tipos de sustancias estupefacientes. De hecho, el rellano de dicho piso servía asimismo de narcosala, consumiendo los clientes de forma inmediata la droga que acababan de adquirir.
Los investigados incluso admitían objetos fruto de robos y delitos contra el patrimonio como pago por las sustancias que vendían. En el caso de una pequeña deuda llegaron a apuntar al cliente con un arma de fuego, sacando fotografías de su documentación y sustrayendo el vehículo con el que había acudido a proveerse de la droga. Posteriormente, utilizaron esta información para falsificar la documentación necesaria para realizar un cambio de titularidad del vehículo y vendérselo a un tercero. Por estos hechos se les acusa también de delito de robo con violencia y falsedad documental.
Tras la investigación realizada, en la que colaboró la Jefatura Superior de Navarra, se realizó un registro en dicho domicilio el jueves 30 de mayo, procediéndose a la detención de la madre y sus dos hijos por delito de tráfico de drogas. En dicha vivienda se aprehendieron 241 gramos de marihuana, así como efectos para preparar la dosis y 486 euros en dinero fraccionado.
Por otra parte, dentro de la misma investigación, durante la tarde del domingo 2 de junio, se interceptó también en el barrio del Perpetuo Socorro la llegada desde Reus de dos distribuidores, ambos con antecedentes varios por delito contra la salud pública. Los mismos trataron de evitar la identificación policial adoptando diversas medidas tendentes a detectar una posible vigilancia policial. En su vehículo, con diversos huecos habilitados para ocultar la droga, transportaban 13 bloques de hachís con un peso de 1.282 gramos, así como 51 gramos de cocaína. Esta droga estaba destinada a abastecer a diversos compradores de dicho barrio.
Tras pasar estos dos distribuidores a disposición judicial, se decretó su ingreso en prisión provisional.