Este domingo se ha celebrado el Corpus con la misa solemne en la Catedral, presidida por el Arzobispo, Monseñor Florencio Roselló y con una notable participación de fieles.
Al finalizar la eucaristía, ha tenido lugar la procesión que ha recorrido las emblemáticas calles de la Navarrería, Mercaderes, Plaza Consistorial, San Saturnino, Mayor, Doctor Arazuri, Rincón de la Aduna, San Antón, Zapatería, Calceteros, Mercaderes y finalmente Navarrería, para concluir en la Catedral. Los niños y niñas vestidos de Comunión han vuelto a procesionar entre pétalos de flores por Pamplona, entre aplausos de los asistentes, así como los Danzantes de San Lorenzo.
El Arzobispo, monseñor Roselló ha destacado en una carta pastoral la esencia del Corpus Christi como la clave del amor desinteresado y generoso, de la entrega total de Cristo por la humanidad. En sus palabras, "El Corpus Christi nos presenta la clave del amor gratuito y generoso, de la entrega y donación de Cristo por todos nosotros. Nos entrega su corazón sangrando, su corazón sufriendo de amor por nosotros, pero especialmente por todos los pobres. Un corazón rebosante de amor que no cabe en sí mismo, del cual están brotando gotas de amor. Es sangre de amor, sangre de redención, sangre liberación de los pobres."
En una llamada a la acción, el Arzobispo instó a los presentes a reflejar este gesto de amor en sus vidas diarias, recordando las palabras de Jesús: "Nos pide que rebotemos este gesto en nuestra vida de cada día".