‘Duerma en ti… Maternidades robadas en España (1939-1999)’ podrá visitarse hasta el 14 de enero de 2023
PAMPLONA, 22 (EUROPA PRESS)
La consejera de Relaciones Ciudadanas del Gobierno de Navarra, Ana Ollo, ha inauguró este viernes en el Planetario de Pamplona la exposición ‘Duerma en ti… Maternidades robadas (1939-1989)’, que aborda el tema de los «niños robados» y podrá visitarse hasta el 14 de enero de 2023.
La exposición, que llega a la capital navarra de la mano del Instituto Navarro de la Memoria, el Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana y el Centre del Carme, es el resultado de la colaboración entre el fotógrafo Pedro Lange-Churión, la investigadora Aránzazu Borrachero Mendívil y de varios colectivos de víctimas como ‘Todos los niños robados son también mis niños’.
‘Duerma en ti’, cuyo título está inspirado en el poema ‘La madre triste’ de la poetisa chilena Gabriela Mistral, presenta veinte casos ocurridos durante la segunda mitad del siglo XX a través de fotografías, testimonios y documentos.
«Entre los años 1939 y 1999, un gran número de menores y recién nacidos fueron secuestrados o apartados de sus familias, internados en instituciones religiosas o estatales o adoptados por otras familias. Estos niños fueron ‘robados’ de sus propios hogares, de las cárceles, dónde las madres cumplían condena, y de las maternidades y hospitales, tanto públicos como privados, de todo el estado español», ha remarcado el Ejecutivo foral en un comunicado.
En su intervención, la consejera Ollo destacó que la muestra «nos sitúa ante unos hechos gravísimos, como son las distintas formas de apartamiento de sus familias de menores y recién nacidos, y su reubicación en otras familias o instituciones religiosas o del Estado. Un fenómeno de una gran dimensión, aunque no seamos capaces por ahora de cuantificarlo, que hunde sus raíces en la formación de la Nueva España franquista porque permitió crear un entramado ideológico, pero también logístico para llevar a cabo un proceso tan masivo y sostenido en el tiempo».
Añadió que es un fenómeno «que presenta múltiples formas y prácticas, que fue evolucionando y adaptándose a nuevas situaciones, pero que nunca se desprendió de un terrible común denominador: que individuos e instituciones, con diferentes justificaciones ideológicas y morales, consideraran una práctica adecuada la ruptura de los vínculos de estos menores con sus madres, sin reparar en las dramáticas consecuencias que esta decisión conllevaba».
La consejera señaló que «la exposición nos invita a reflexionar sobre una dimensión de nuestro pasado traumático, cuyas consecuencias llegan hasta el presente en las vidas amargamente condicionadas de muchas mujeres. Y también sobre la impunidad que, a día de hoy, se mantiene, ya que niños y niñas que fueron robados continúan hoy desaparecidos, despojados de su auténtica identidad y sin derecho a saber quiénes son realmente. Hay una deuda con ellas que no podemos obviar».