Navarra en su Plan para la Recuperación del Oso pardo de 1996 establece la necesidad de proteger esta especie de su inminente extinción y trabajar en su recuperación
Pamplona/Iruña, 18 de septiembre de 2018
Ekologistak Martxan ha anunciado su apoyo a la decisión del gobierno francés de introducir dos osas en el Pirineo Occidental y han pedido al Gobierno de Navarra que “colabore en la suelta y presente un proyecto en Europa a fin de recibir fondos con los que hacer posible la coexistencia el oso y el ganado en el Valle de Roncal”.
Para este grupo ecologista “la introducción de estas dos osas debe ser una oportunidad para Navarra de recuperar unos fondos europeos LIFE que en el 2012 rechazó el anterior gobierno foral”.” Además de las indemnizaciones por muertes ocasionadas en la cabaña ganadera por el plantígrado, estas ayudas europeas van dirigidas a prevenir y minimizar los posibles ataques del oso sobre el ganado tales como la fabricación de cercas, cría y cuidado de mastines y la contratación de pastores para recoger al ganado en las noches de verano, en las que el ganado esta desperdigado por el monte” han insistido.
Recuerdan que estas reintroducciones están avaladas por los informes técnicos internacionales, desde el visto bueno de la Unión Internacional para el cuidado de la Naturaleza UICN, como de la Comisión Europea. Además, Navarra en su Plan para la Recuperación del Oso pardo de 1996 establece la necesidad de proteger esta especie de su inminente extinción y trabajar en su recuperación. Para ello es fundamental el reforzamiento del núcleo osero occidental donde tan solo sobreviven dos osos machos. Su desaparición supondrá el fin de los últimos genes de oso pirenaico.
Desde este grupo ecologista añaden que “el oso, el animal más emblemático del Pirineo, no debe de ser visto exclusivamente como una fuente de problemas para la economía del Roncal por su incidencia en la ganadería”. “Tampoco está ajustada a la realidad esa visión romántica de defensa del animal a espaldas de lo que pasa en el entorno rural. Un ejemplo de coexistencia entre oso y población rural es Asturias donde el oso, convertido en un atractivo turistico de primer orden ha ayudado a mantener población en zonas casi despobladas con una alteración mínima en el medio y una incidencia mínima sobre la ganadería extensiva”, han dicho .
Finalizan recordando que “cualquier especie animal merece ser conservada. Más si cabe el oso, emblema de nuestra fauna y parte de nuestro legado cultural , generador de desarrollo económico en zonas de montaña. En definitiva, si despreciamos la posibilidad de su recuperación nos perjudicamos a nosotros mismos”.