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#OPINIÓN: Inteligencia artificial ¿Espejismo o solución?

Artículo de Opinión de Mª José Algarra, secretaria autonómica de SATSE Navarra

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  • Mª José Algarra

La mayoría de los grupos parlamentarios han aprobado que se estudie la posibilidad de implantar la inteligencia artificial para mejorar las listas de espera sanitarias. Bienvenidas sean las ideas y soluciones a todo el atasco sanitario que vivimos en Navarra. No sólo al atasco en las listas de espera, sino al que impide la mejora de las condiciones laborales y profesionales de los y las trabajadoras, al relacionado con la obsolescencia de los programas informáticos, al atasco en la implantación de las especialidades enfermeras, al de las ratios de enfermería, al atasco en la actualización de los complementos económicos… Puede aprovechar el gobierno, también, para estudiar cómo cumplir con los compromisos que firman y adquieren. No hace falta la IA para esto. Más bien voluntad de ejecución.   

Vemos claramente los beneficios de la aplicación de la IA a medio plazo, como en la mayoría de los sectores, pero en el presente tenemos problemas muy profundos que requieren soluciones terrenales e inmediatas, y que no pueden solventarse con infinitas comisiones y grupos de trabajo donde se habla de lo humano y lo divino, en las que no se concreta nada, mientras los problemas del personal, de los pacientes, de la estructura y de la ciudadanía se enquistan y/o agravan. 

Nos hemos acostumbrado ya a las políticas del titular. Queda bonito en prensa y en las redes sociales. Pero, en cuanto se rasca un poco la superficie, asoma la cruda realidad: ¿va a solucionar la IA la falta de recursos a corto plazo? O, mejor dicho, ¿Será la IA lo que necesitamos cuando ni siquiera contamos con un sistema informático en condiciones? la propia Cámara de Comptos lo ha señalado en sus auditorías. Es curioso cómo se confía en soluciones que, hoy por hoy, son poco aplicables. La IA organizará mejor las citas, optimizará los recursos, y todo ello sin apenas intervención humana. Pero lo que no mencionan es que esta tecnológica se va a implementar sobre un sistema ya saturado y, lo que es peor, obsoleto. Porque sí, en Navarra seguimos utilizando herramientas, programas informáticas y sistemas de gestión que poco tienen de "inteligentes" hoy. SI no, que se lo pregunten a las jefaturas de Enfermería que invierten una parte considerable de su tiempo asistencial en calcular las horas de vacaciones de todo el personal a su cargo porque el sistema no las ajusta bien.

Lo que seguro necesitamos, además de un posible algoritmo que decida a quién atender primero en función de unos datos, es algo mucho más básico: herramientas que funcionen, condiciones laborales atractivas, estructuras funcionales y medidas, sí transgresoras, pero con cimientos de hormigón. No estamos hablando de ciencia ficción, sino de tecnología que ya debería estar implementada desde hace años. Los profesionales sanitarios llevan pidiendo mejoras en los sistemas informáticos desde hace tiempo, y este problema, y los mencionados al inicio, no se van a resolver sin destinar los recursos materiales y humanos necesarios. 

No es la primera vez que la administración foral se lanza a la piscina con propuestas aparentemente innovadoras, mientras los problemas de fondo siguen sin resolverse. En el Preacuerdo de Mejoras, firmado por Salud en la anterior legislatura, se incluyó el compromiso para implementar una nueva herramienta informática que iba a reducir el tiempo del solape enfermero, permitiendo una gestión más eficiente de los turnos y evitando la prolongación de estos para transmitir algo tan relevante como la información del estado, tratamientos, etc., de los pacientes a los profesionales del siguiente turno. ¿El resultado? Seguimos esperando. 

Parece que la historia se repite, pero ahora con la inteligencia artificial como protagonista. El problema de fondo sigue siendo el mismo: compromisos incumplidos, soluciones rimbombantes, promesas al aire para no afrontar la realidad que todos vemos, salvo los que lo tienen que ver: no es posible aplicar soluciones tecnológicas avanzadas sobre un sistema que sigue fallando en lo más básico. Primero, la administración debe modernizar las infraestructuras y las herramientas existentes para que los profesionales puedan realizar su trabajo con eficacia. Solo entonces tendría sentido hablar de implementar la Inteligencia Artificial.

 

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