Gurelur ha denunciado un preocupante aumento en la destrucción de nidos de avión común en Navarra, especialmente en localidades como Barañáin y Reta (Izagaondoa). Según la organización, "miles de pollos de golondrinas son masacrados cada verano en Navarra", afectando gravemente a esta especie protegida y causando importantes reducciones poblacionales.
La organización señala que "hasta hace escasas fechas, las golondrinas se encontraban dentro de las aves que el hombre respetaba, conocedor de que estas, al alimentarse de insectos, controlan de forma natural y gratuita las poblaciones de mosquitos". En particular, destacan que un avión común "consume al cabo del año 20 kilos de mosquitos".
El avión común, un pequeño pajarillo de la familia de las golondrinas, construye sus nidos en paredes naturales y aleros de edificios con gran esfuerzo, utilizando barro para formar una bola con un pequeño agujero lateral de entrada. No obstante, además de enfrentarse a los venenos agrícolas, estas aves ahora sufren la destrucción de sus nidos durante la primavera y el verano, justo en plena temporada de reproducción. Gurelur describe esta acción como un "deleznable comportamiento".
Este problema ha sido detectado "en la práctica totalidad de los pueblos y ciudades de Navarra", donde los nidos son destruidos bajo el pretexto de que "los aviones ensucian con sus excrementos las paredes y los suelos de los edificios donde ubican sus nidos". En respuesta, Gurelur está realizando un seguimiento de las colonias de nidos en Barañáin y Reta, documentando la destrucción de nidos en ambas localizaciones.
La organización va a presentar denuncias ante la Consejería de Medio Ambiente, denunciando que "los responsables de la gestión ambiental en Navarra" no han hecho nada para evitar esta masacre. Acusan a las autoridades de "dar permisos para la eliminación de las colonias sin el menor reparo".
Además, Gurelur critica a ayuntamientos como el de Mendavia y Cárcar por fomentar el manejo inadecuado de esta especie, causando "graves afecciones catalogadas como muy graves en la Ley 2/93 que protege a esta especie".
Gurelur lamenta que, mientras en Navarra se destruyen nidos de golondrinas, en Europa "no se llevan a cabo estas acciones, sino todo lo contrario, ya que se instalan miles de nidos artificiales en los aleros de las casas, lo que demuestra su respeto y cultura".
Finalmente, Gurelur vuelve a recordar a los responsables de la Consejería de Medio Ambiente "la obligación que tienen de evitar y sancionar estos actos en contra de la fauna protegida navarra", y anuncia que continuará presentando denuncias en contra de los responsables, en respuesta a la demanda de muchos ciudadanos indignados.