En el mes de diciembre, la Navidad sirve de escenario a todo tipo de reuniones y eventos, también a las bodas de esas parejas que apuran para casarse antes de que el año concluya. Son estos novios los que encuentran en la magia de una temporada tan especial el mejor momento para festejar su amor y darse el ‘sí, quiero’. No obstante, que esta época sea festiva no quiere decir que todo sea apropiado. Para evitar errores innecesarios e inesperados, se consulta a expertos como el gerente de Hacienda Molino Blanco, los diseñadores Rafa Valverde y Valérie Moreau y la creadora de joyas Irene Hidalgo (fundadora de Kavaleta) qué se debería tener en cuenta en estas fechas.
“En Navidad suele hacerse una gran inversión en flor e iluminación, algo que desde luego parece muy acertado, si la pareja es amante de las bodas llamativas. Eso sí, resulta interesante tener en cuenta que por mucha decoración que tengamos, al tratarse del mes de diciembre, es importante que los espacios interiores estén acondicionados: bien con calefacción, bien para preservar el calor con buenos cierres con rotura de puente térmico o bien porque se vaya a invertir en detalles como mantas o calentadores. La estética no puede suponer un sacrificio a la comodidad de los invitados”, recuerda Mattia Farumi di Poli, gerente de la cordobesa Hacienda Molino Blanco (con imagen de Mugad en la portada).
Además, asegura este experto, “es necesario considerar un menú apropiado para el frío, en el que prevalezcan los productos de cercanía y de temporada, los platos y bocados calientes e incluso una posterior recena que atempere el cuerpo (es el momento de dejar sorbetes, ensaladas, carpaccios…, siempre fríos, a un lado)”.
En lo relativo a los looks de la novia, el diseñador cordobés Rafa Valverde apuesta por tejidos perfectos para esta temporada: “la temporada navideña ofrece un amplio abanico de posibilidades tanto en variedad como en texturas. Materiales como la lana, el tweed, el terciopelo o el pelo permiten realzar el estilismo y aportar un toque de gran elegancia”. Y añade: “las novias que eligen esta época del año suelen optar por abrigos que prolongan la cola, chaquetas especiales u otras piezas invernales que aportan mayor versatilidad al conjunto. En Rafa Valverde consideramos fundamental que, para estas fechas, se seleccione un diseño de inspiración invernal y en armonía con la temporada; lo mismo aplicamos a la decoración, el ambiente y el concepto general de la boda".
Por su parte, la creadora belga afincada en Madrid, Valérie Moreau defiende: “sabemos que las lanas, los crepes, el terciopelo y el tweed no faltan en los diseños que se escogen en fechas navideñas, pero también vemos esas telas tipo Chanel pero de estilo fantasía. Una novedad que incorpora adornos en 3D, flecos y bordados en relieve. Además, también solicitan cada vez más, en esta temporada, los tonos beis, champán y camel”. Aparte, recuerda que un gran éxito son las novias que apuestan por capas de terciopelo a color: “en un navideño granate, pero también en azul oscuro o en azul royal”. Y continúa: “como tipos de diseño, gustan mucho los abrigos con cola o los trajes con pantalón”.
Es importante, dice esta experta, no caer en el error de “abrigarse mucho (salvo que las piezas puedan retirarse). Los banquetes (y a veces los aperitivos) se hacen casi siempre en interiores aclimatados y por eso aconsejamos que tengan prendas de abrigo, pero que la base del vestido no sea de un tejido muy grueso. Para esto existen también las mangas desmontables”. Y por último: “poder recoger la cola o retirarla, si se van a hacer fotos en exteriores, es clave. Al aire libre hay humedad y a veces lluvia y una cola mojada, además de pesar, estropea la foto. Por otro lado, como guiño navideño, muchas novias piden detalles de terciopelo rojo”.
Las invitadas recuerdan desde Kavaleta, “tienen mayor flexibilidad que las novias”. Más allá de los tejidos, en materia de joyería (moderna, en este caso), Irene Hidalgo, quien está detrás de esta firma apunta: “son meses en los que, en los looks de invitada, predominan los tejidos pesados (terciopelos, brocados, tafetanes) o los vestidos de colores oscuros. Es ahora cuando la joyería minimalista toma un papel destacado, puesto que, para no caer en estridencias, las convidadas invierten en piezas sencillas en forma (pero no en proceso de creación), elegantes y atemporales. Predominan los tonos rojos y dorados”, adelanta. Y concluye: “pendientes, pulseras y colgantes que se complementan perfectamente con prendas de líneas puras, minimalistas y sin ornamentación permitiendo que la joya sea el foco narrativo del look”.







