El Plan Especial de Ordenación Urbana de Zorrotzaurre cuenta con más de una década ya que se aprobó definitivamente en noviembre de 2012. Desde entonces, el desarrollo urbanístico de la zona ha ido avanzando con la tramitación de otros documentos urbanísticos, así como con la urbanización de alguna de las fases en las que se ha dividido el ámbito de actuación, y con la construcción de nuevos edificios residenciales (principalmente en la margen derecha del Canal de Deusto).
Por ello, el Ayuntamiento de Bilbao planteó la conveniencia de introducir ajustes en el texto del Plan Especial, algo en lo que lleva años trabajando. Una modificación que en origen tenía como objeto fundamental introducir una reserva de suelo para subestación eléctrica, pero que ha servido también para clarificar algunos aspectos e incorporar determinaciones que figuran en el nuevo PGOU, como por ejemplo las dotaciones para aparcamientos de bicicletas y vehículos eléctricos o una visión más amplia del uso de actividades económicas (de la tradicional oficina, a la posibilidad de que las empresas desarrollen prototipos, por ejemplo); y las condiciones de seguridad (inclusión de la perspectiva de género) y accesibilidad a las edificaciones.
En este sentido, los cambios más destacados –que se han explicado y dictaminado favorablemente en diferentes convocatorias del Consejo Asesor de Planeamiento– se refieren a la incorporación de la mencionada subestación de energía eléctrica, la reordenación interior de diferentes parcelas equipamentales, el ajuste de la normativa del Plan Especial con introducción de precisiones o la adecuación al PGOU (por ejemplo, en materia de Patrimonio Protegido), la regulación de las plazas de aparcamientos en las plantas sótano, así como la adaptación de la documentación gráfica del Plan Especial de Zorrotzaurre a las determinaciones de la Ley y Reglamento de Costas.
Otras modificaciones son la incorporación de la posibilidad de construir un equipamiento deportivo de titularidad pública entre el edificio Artiach y la iglesia de San Pablo, la inclusión de ligeros ajustes en subzonas residenciales y terciarias, la redistribución de los aparcamientos rotatorios previstos y la posibilidad de reserva de una dotación para residentes, o la definición de nuevos espacios que contarán con acceso público.