La elección de Oier Sanjurjo Maté como presidente de la Federación Navarra de Ikastolas por parte de su Asamblea celebrada ayer, marca un hito importante para el futuro de la educación en euskera en la comunidad foral.
Se convierte así en el decimocuarto presidente de la Federación, que el próximo año cumple los 50 años de su creación el 20 de diciembre de 1976. Releva en el cargo a Elena Zabaleta Andresena, que ha ocupado el puesto desde 2019. Antes de ella asumieron dicha responsabilidad: Julio Altadill, Ramón Mintegi, Patxi Arze, Jesús Bueno Asín, Txomin Izko, Gorka Nicuesa, Fermín Alzugarai, Aingeru Epaltza, Xabier Azanza, Izaskun Arratibel, Pello Irujo y Mikel Asiain.
NIE es una Sociedad Cooperativa de Enseñanza de segundo grado sin ánimo de lucro a la que están asociadas las 15 Ikastolas de Navarra, que reúnen a 5.721 alumnos y alumnas, 3.704 familias y 695 trabajadores y trabajadoras. Su misión es el desarrollo de las personas, su compromiso y vocación de transformación social a través de la educación, impulsar el trabajo en equipo y la colaboración activa con cada uno de sus socios, distintos agentes sociales y personas voluntarias en el desarrollo de sus respectivos proyectos, así como en la promoción del euskera y la cultura vasca en particular y la universal en general.
Este nombramiento es el reconocimiento a su compromiso con los valores cooperativos, cultivados en su trayectoria profesional y en su vida personal. Es conocida su estrecha relación con el euskera y con la cultura vasca. Oier Sanjurjo formará parte de un Consejo Rector completamente renovado, compuesto por:
- Raúl Blanco Sánchez-Alarcos (Tierra Estella) como vicepresidente.
- Vocales: Iñaki Lerga Espronceda (Zona Sur), Asier Juaristi Vaquero (Comarca de Iruña), Gorka Alkorta Aranburu (Comarca de Iruña), Isabel Plaza Pérez (Zona del Pirineo), Gaizka Zelaieta Iturria (Zona Norte) y Maider Goñi Errazkin (Sakana).
Oier Sanjurjo, nacido en Estella-Lizarra el 25 de mayo de 1986, no es un desconocido en Navarra. Su vinculación con el Club Atlético Osasuna es un aspecto que resalta con fuerza en su perfil, donde ha demostrado ser un modelo de perseverancia, humildad y compromiso, cualidades que también se reflejan en su manera de entender la educación y la cultura.
Su carrera deportiva ha estado marcada por un esfuerzo constante y por la capacidad de trabajar en equipo, valores que, precisamente, son esenciales para el funcionamiento de la Institución. Su elección al frente de la Federación Navarra de Ikastolas no es casualidad, es la constatación de su capacidad para gestionar equipos, fomentar la cooperación y promover la unidad en torno a un proyecto común, a la que se une su formación docente, ya que es Diplomado en Magisterio.
La figura de Oier Sanjurjo cobra aún más relevancia si tenemos en cuenta su propia experiencia como alumno de Lizarra Ikastola, donde cursó sus estudios de Primaria y Secundaria, y de San Fermín Ikastola, donde realizó el Bachillerato. Lizarra Ikastola fue durante su infancia su segunda casa, pues tanto su madre, Ana Maté, como su padre, Rafa Sanjurjo, eran trabajadores del centro, y su implicación en la vida del mismo fue muy destacada.
Ahora, también lo es San Fermín Ikastola, ya que sus tres hijos/as son alumnos del centro. Como estudiante, Oier vivió de primera mano los valores del sistema educativo de las ikastolas, donde aprendió a usar y amar el euskera, el respeto por la diversidad cultural y la promoción de la igualdad de oportunidades.
Como actual cooperativista de San Fermín Ikastola, ha mostrado una participación activa en el día a día del centro, siendo uno de los precursores de la comisión “Euskara Batzordea”. Una vez más, Oier, junto a otro grupo de familias de San Fermín Ikastola, ha querido crear esta comisión para impulsar la presencia y el uso del euskera en la ikastola, fomentando el apego hacia el idioma.
Su nombramiento ratifica su firme compromiso con la protección y expansión del euskera como vehículo de integración y cohesión social. Su labor como presidente de las Ikastolas de Navarra le brinda la oportunidad de poner en marcha iniciativas que fortalezcan el uso del euskera tanto dentro como fuera del aula, haciendo de este idioma un pilar fundamental en la construcción de una Navarra más plural y cohesionada.
Sanjurjo asume el reto de fortalecer la cooperación entre las ikastolas y con instituciones públicas y sociales, para impulsar proyectos educativos, culturales y sociales, y reforzar el uso del euskera en todos los ámbitos de la vida. Es conocida su implicación en diferentes campañas dirigidas a fomentar la normalización lingüística, promovidas por diversas organizaciones.
En un sistema educativo basado en la cooperación y el trabajo conjunto entre familias, docentes y alumnado, en pro de una sociedad mejor educada, la figura de Oier Sanjurjo tiene mucho que aportar y, sin duda, contribuirá al bienestar de toda la comunidad educativa, consolidando el euskera como una herramienta de integración, identidad y progreso en Navarra.
