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Las agresiones a enfermeras en Navarra aumentaron un 16% en 2023

Según Pérez Raya, la falta de recursos humanos en los centros de salud agrava la situación, generando frustración tanto en los pacientes como en sus familiares

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  • Un total de 3.259 profesionales sanitarios de los niveles C y D se beneficiarán de esta medida. 

En 2023, Navarra registró un total de 199 agresiones a enfermeras, frente a las 171 notificadas el año anterior, lo que supone un aumento del 16%. En toda España, las cifras también preocupan, ya que las denuncias por agresiones a enfermeras se incrementaron un 10%, alcanzando las 2.840 incidentes según el Observatorio de Agresiones del Consejo General de Enfermería (CGE). Esto equivale a una media de casi ocho agresiones diarias, reflejando la grave problemática que enfrenta el sector sanitario.

Andalucía, la comunidad más afectada

Andalucía encabeza las estadísticas con 752 agresiones en 2023, seguida de Baleares con 369, Aragón con 242, Castilla y León con 232, y Galicia con 212. En contraste, las comunidades con menos incidentes notificados fueron Ceuta y Melilla, con solo tres agresiones cada una, y otras como Extremadura y Comunidad Valenciana registraron cifras bajas con 14 y 15 respectivamente. Este aumento, especialmente significativo en regiones como Aragón, Canarias, Baleares y Cantabria, ha sido atribuido tanto a un aumento real de las agresiones como a una mayor concienciación de las enfermeras a la hora de denunciar.

Un sistema sanitario en crisis

Florentino Pérez Raya, presidente del CGE, ha explicado que muchas de estas agresiones derivan de las deficiencias del sistema sanitario, como las largas listas de espera y las demoras en la atención. Según Pérez Raya, la falta de recursos humanos en los centros de salud agrava la situación, generando frustración tanto en los pacientes como en sus familiares, quienes, en muchos casos, dirigen su malestar hacia las enfermeras. “No podemos tolerar ningún tipo de violencia, ya sea verbal o física, en los centros sanitarios”, subrayó Pérez Raya, quien considera urgente mejorar las condiciones laborales de las enfermeras para reducir la presión asistencial. Las enfermeras no son responsables de las deficiencias del sistema, añadió Pérez Raya. «Ellas también sufren los problemas de la sanidad pública, desde la falta de personal hasta la sobrecarga de trabajo». En su opinión, es necesario que se aumente el número de enfermeras en el sistema sanitario español para poder aliviar esta presión y garantizar una atención adecuada a los pacientes.

Diego Ayuso, director del Observatorio de Agresiones, destacó que el aumento en el número de agresiones denunciadas también puede atribuirse a una mayor sensibilidad a la hora de registrar estos incidentes. Ayuso insistió en que «las enfermeras deben sentirse respaldadas y seguras al denunciar cualquier tipo de agresión, física o verbal». A pesar de los esfuerzos por aumentar la denuncia de estos incidentes, todavía hay un número significativo de casos que no son reportados, lo que subraya la necesidad de seguir fomentando la concienciación en este ámbito.

El impacto psicológico de las agresiones

El impacto emocional de sufrir una agresión puede ser devastador para las enfermeras. Tal como subraya Ayuso, no solo provoca preocupación y estrés, sino que puede generar sentimientos de culpa, afectando su rendimiento profesional.

Las agresiones también pueden llevar a bajas laborales prolongadas, lo que agrava aún más la ya delicada situación de la sanidad, marcada por la falta de personal y los altos niveles de exigencia asistencial. Por ello, el CGE ha puesto en marcha diversas iniciativas para combatir este problema, incluida la creación de un curso gratuito de formación en prevención de agresiones. Este programa, impartido por el Instituto Superior de Formación Sanitaria en colaboración con la Policía Nacional, ha formado ya a más de 5.000 enfermeras en técnicas para reducir la tensión en situaciones conflictivas y saber cómo actuar ante una agresión. Florentino Pérez Raya concluyó su intervención señalando que las enfermeras no están solas ante este problema.

“Van a contar con el apoyo de sus colegios profesionales, del CGE, y de las fuerzas de seguridad como la Policía Nacional y la Guardia Civil”, afirmó, subrayando la importancia de que todas las agresiones sean denunciadas y de seguir trabajando para mejorar la protección de las profesionales de la salud.

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