El Dr. Ramón Gutiérrez, destacado oncopatólogo y consultor científico en biotecnología e inmuno-oncología avanzada, explica tres de las principales razones del fracaso en los tratamientos contra el cáncer. Como consejero de MPOIS, Molecular Precision Oncology International Society, el Dr. Gutiérrez señala que controlar la carga tumoral, la enfermedad mínima residual y la falta de adaptabilidad de los tratamientos son factores clave en el éxito o fracaso.
La primera razón del fracaso es la dificultad para controlar con rapidez la carga tumoral total tras el diagnóstico. “Los primeros meses son cruciales, y si no se reduce la carga tumoral, el pronóstico empeora”, afirma Gutiérrez. La cirugía es el tratamiento más eficaz para remover el tumor rápidamente, pero a menudo se retrasa por protocolos de cumplimiento previo de terapias convencionales y capacidad de cobertura de redes asistenciales. Este retraso puede generar complicaciones que no solo afectan la efectividad del tratamiento, sino que también consumen tiempo valioso.
Una segunda razón de fracaso es la enfermedad mínima residual. Aunque los tratamientos convencionales pueden eliminar el cáncer visible en las imágenes, esto no garantiza que esté completamente erradicado. “Muchos pacientes aún tienen focos microscópicos de cáncer que pueden reactivarse en meses o años”, comenta el Dr. Gutiérrez. La inmunoterapia con células dendríticas (DEX) posee un notable perfil adyuvante y crea una memoria inmunológica que ayuda a controlar estos brotes microscópicos y prevenir recaídas.
Una tercera razón de fracaso es la falta de adaptabilidad de muchos tratamientos. A menudo, los pacientes en etapas avanzadas o con cánceres complejos no califican para los tratamientos estándar. Aquí es donde la inmunoterapia DEX, gracias a su inmunoplasticidad, marca la diferencia. “La inmunoterapia DEX se adapta a cada paciente, independientemente del tipo o estadio del cáncer”, afirma Gutiérrez. Esto asegura que el paciente siempre tenga una opción terapéutica viable.
En resumen, la inmunoterapia DEX es una herramienta clave para superar estos tres grandes obstáculos. Su capacidad para controlar la carga tumoral, manejar la enfermedad mínima residual y adaptarse a las necesidades del paciente la convierten en una opción eficaz y versátil en todas las etapas del cáncer, y como uno de los tratamientos más útiles, oportunos y seguros, para cada paciente de cáncer.
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