El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela ha declarado a Nicolás Maduro como el ganador de las elecciones celebradas ayer, con el 51% de los votos. Este resultado representa un duro golpe para la oposición, que confiaba en desalojar a Maduro del poder, según indicaban las encuestas previas al comicio. Antes de que se conocieran los resultados oficiales, la oposición había denunciado irregularidades en el proceso de recuento, además de un extraño parón que dejó el recuento suspendido durante muchas horas.
Con esta victoria, muy cuestionada internacionalmente, Maduro continuará en el poder por un tercer mandato, prolongando su liderazgo hasta 2031 y asegurando la continuidad del chavismo, instaurado en 1999 por Hugo Chávez. Maduro asumió la presidencia en 2013 tras la muerte de Chávez y ha mantenido el cargo desde entonces.
Edmundo González, candidato presidencial de la Plataforma Unitaria Democrática, afirmó que "la lucha continúa" para su partido, rechazando los resultados proclamados por el CNE. González sostiene que poseen cifras que contradicen los resultados oficiales.
En el ámbito internacional, el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, ha instado a que se respete la voluntad democrática del pueblo venezolano. Albares pidió la presentación de las actas de todas las mesas electorales para garantizar la plena verificabilidad de los resultados, y llamó a mantener la calma y el civismo observados durante la jornada electoral.