El consejero de Industria, y de Transición Ecológica y Digital Empresarial, Mikel Irujo, ha visitado la empresa Barrikupel, que se dedica a la fabricación de lámparas a partir de las barricas de vino que ya no pueden utilizar las bodegas. Esto hace que la empresa tenga la economía circular en el centro de todo su modelo de negocio y, además, supone un ejemplo de lucha contra la despoblación, ya que su taller se sitúa en la localidad de Zabal (Valle de Yerri), donde residen menos de 50 habitantes.
La empresa está liderada por la diseñadora Amaia Prieto y su padre Jesús Prieto. Ambos son los encargados de idear y producir los modelos partiendo siempre del concepto de ecodiseño. “Utilizamos aquellos materiales que iban a desechar las bodegas porque creemos que siguen teniendo muy buena calidad. Nuestras lámparas están diseñadas de tal forma que desperdiciamos el mínimo material posible y, además, utilizamos siempre componentes que ya están en el mercado para no tener que fabricar nuevos, minimizando así el impacto ambiental durante todo el ciclo de vida del producto desde el diseño propiamente dicho hasta la producción”, asegura Amaia.
Durante la visita al taller, el consejero Irujo ha destacado “la importancia de proyectos como este que crean empleo en el entorno rural y, además, partiendo de un modelo circular, como un ejemplo de desarrollo sostenible”. “Barrikupel es también un gran ejemplo de que el comercio puede ser un gran aliado para luchar contra la despoblación de nuestros pueblos” ha concluido el consejero.
Premios internacionales
Esta pyme, que comenzó su andadura en 2020, ha sido galardonada por varios premios internacionales. Entre ellos se encuentra el premio del público en el concurso de ecodiseño de CONAMA 2022, su nominación a los Green Product Awards en 2023 o el premio a mejor emprendimiento rural en zonas despobladas 2021. Igualmente, recibieron el premio de diseño Stone&Wood que se otorga en el evento Selected en el año 2023.
Además de diseñar sus productos para empresas de distintos sectores, sus lámparas se pueden ver tanto en casas particulares como en hoteles y restaurantes. Con el objetivo de evitar la producción en masa, trabajan bajo pedido, evitando así tener un gran estocaje y aprovechando de una mejor forma su materia prima, obtenida de bodegas situadas en su propia comarca.
