Este lunes comienza en la Audiencia Provincial de Navarra el juicio contra ocho acusados por delitos graves de asesinato en grado de tentativa, lesiones, y organización criminal.
El fiscal solicita entre 5 y 37 años de prisión, en función de su participación en la agresión y su papel en la organización criminal, para los ocho acusados en una investigación que implicó hasta a once personas tras la investigación policial derivada de una tentativa de homicidio que tuvo lugar en el barrio de San Jorge en julio de 2021.
El fiscal ha solicitado además que los acusados indemnicen conjunta y solidariamente a la víctima en diversas cantidades. Entre ellas, 5.805 euros por el perjuicio personal básico, 2.175 euros por la pérdida muy grave de la calidad de vida, 38.037,06 euros por los 24 puntos de secuelas, y sumas de 350 euros, 1.000 euros, 800 euros y 800 euros por el perjuicio ocasionado por intervenciones quirúrgicas. Además, ha solicitado una indemnización de 15.000 euros por el perjuicio leve por la pérdida de calidad de vida debido a las secuelas. Todas estas cuantías deberán ser incrementadas con el correspondiente interés.
Un 'trabajo sucio' por una banda de Zaragoza que no fue recompensado nunca
Policía Nacional, Policía Foral y Guardia Civil colaboraron con la Policía Municipal de Pamplona para esclarecer unos hechos que provocaron detenciones y registros domiciliarios tanto en Pamplona como en Zaragoza con participación de miembros de bandas latinas.
La fiscalía llega a la conclusión de que se contrataron los servicios de los miembros de una banda latina de Zaragoza para un ajuste de cuenta, para vengar el incidente que tuvo el padre de los hermanos, a cambio de alguna otra acción a realizar en Zaragoza por los implicados de Pamplona, que finalmente no hicieron. El líder del coro se lo reprochó en varias ocasiones a los dos instigadores.
Los hechos se remontan al 23 de julio de 2021. En la confluencia de calle Sanduzelai con calle Dr. Alfonso, en el barrio de San Jorge, se produce una agresión en la que se utilizan machetes, con la intención, según la investigación, de matar a dos personas, ambas de origen dominicano. Una de ellas resultó con lesiones graves.
Los dos agredidos fueron citados telefónicamente en el lugar por los agresores para hablar, al parecer, sobre un episodio ocurrido una semana antes en otra calle del barrio. Ese incidente previo fue una pelea entre el herido y su acompañante y el padre de uno de los presuntos agresores, al que reconocieron los agredidos en el momento de la tentativa de homicidio. Tanto el padre como el hijo fueron detenidos en los días siguientes como presuntos participantes en la agresión.
En el inicio de las investigaciones, la ausencia de cámaras de vigilancia que hubieran grabado los hechos y el relato de los testigos, que sí que describían la violencia de los agresores, que utilizaron machetes e iban tapados con pasamontañas y vestimentas oscuras, pero no aportaban datos de interés sobre las personas participantes, ralentizaron las conclusiones. Aunque se barajaron varias hipótesis, todo indicaba que la tentativa de homicidio se pudo producir por el antecedente ocurrido una semana antes con el padre del agresor que se encontraba ya en prisión y los agredidos.
Investigación tecnológica
A partir de ese punto, se inicia una investigación tecnológica, de geolocalización y análisis de los teléfonos de las personas implicadas y sus conexiones. Esa investigación constata que uno de los presuntos agresores, de origen colombiano y con residencia en Zaragoza, había estado en San Jorge en la fecha de la tentativa de homicidio. Esa persona contaba con antecedentes policiales por riña tumultuaria con utilización de machetes y por pertenencia a la organización criminal ‘Panther’.
Fruto igualmente de la investigación tecnológica, se llega a constatar una llamada de uno de los presuntos agresores, hijo del padre agredido en primera instancia y en prisión desde julio de 2021, a un antiguo miembro de una banda en Pamplona. Este último fue quien contactó telefónicamente, con otro miembro de la organización ‘Panther’ en Zaragoza, con multitud de antecedentes también por lesiones, riña tumultuaria utilizando machetes y pertenencia a organización criminal.
El día 19 de julio de 2021, una semana antes de la tentativa de homicidio, se produce una reunión en un parque en Zaragoza en la que están presentes dos de los hijos del hombre agredido en el primer incidente, así como los identificados como miembros de los Panther de Zaragoza. Según la hipótesis, en ese lugar y en ese encuentro se realizaría el encargo de acudir a Pamplona para vengar la afrenta al padre de los hermanos que había tenido lugar días antes.
La colaboración del GAT de Policía Foral, en un informe realizado, no arroja duda alguna de la situación de las líneas telefónicas de los sospechosos en ese parque tras el estudio de las conexiones a los distintos repetidores en Zaragoza. A partir de ahí y de los estudios de la información facilitada por las operadoras de telefonía, se constata la participación de otros jóvenes de Zaragoza y el desplazamiento realizado por estos a Pamplona el día 23 de julio de 2021 para vengar al padre de los hermanos.
El jefe de los Panther, uno de los detenidos en prisión, se encontraba en un centro de internamiento de extranjeros de Valencia, lugar en el que fue detenido por Policía Nacional y del que iba a ser expulsado a su país de origen.
